Paintings
Gloria Herazo Oficial Site.
About her paintings
El ámbito ¨ glamoroso¨ de donde proceden estas imágenes le permiten regodearse con los drapeados las calidades de la telas, los brillos de las joyas, pero sobretodo en el poder escrutador de la imagen y su capacidad de trascender lo meramente documental.
Detrás de estos personajes perfumados y engalanados se revela una experiencia mnémica que busca preservar el recuerdo. La memoria es una suerte de grabación donde las impresiones del mundo se guardan y se borran, se va conformando, a partir de la dialéctica registrar-borrar, recordar-olvidar.
Así, de modo similar, Herazo selecciona fragmentos que crean un sentido crítico de la realidad y desecha la identidad de los personajes.
Si se intenta una lectura formal, estas pinturas, como el cuento del lobo tienen la capacidad de parecer inocuas, su superficie es complaciente e inofensiva, pero detrás de los motivos decorativos y ornamentales de los cuerpos fragmentados que elabora Herazo se proyectan imágenes que ponen de presente que memoria y olvido se definen, como la vida y la muerte, la una en relación con la otra, como dice el antropólogo Marc Auge.
Cuando empleo la noción de reproducción quiero implicar no sólo la actualización de temas y motivos fotográficos en pintura, re-introducidos en un medio distinto del ‘original’ – pues en este caso, las imágenes pictóricas dependen de imágenes precedentes, recogidas de archivos encontrados – sino que pretendo involucrar también su dimensión ideológica. El motivo de las pinturas fue capturado previamente, en el ejercicio de una observación inmediata, a través de un hecho fotográfico, en una operación que diluye argumentaciones en torno a los supuestos ‘tiempos’ del espacio pictórico moderno, como son los del espacio figurado, los tiempos de producción de la pintura como tal y la superación del tiempo histórico en donde se inscribe tal pintura.
El trabajo de Gloria Herazo subvierte, de manera consciente y deliberada, esa conducta de la mirada al transgredir también los cánones que han regido la representación de la figura humana en la pintura, medio artístico paradigmático por excelencia. Desde los retratos de poder del Siglo XVI hasta las funciones fotográficas para plasmar la presencia de alguien en un plano bidimensional el retrato ha sido el lugar donde es posible fijar la mirada sobre el otro sin atisbo de vergüenza alguno, ha sido el lugar para encontrarse con la propia imagen, o ha sido el lugar donde nos enfrentamos a las coyunturas de una humanidad que reconocemos compartir.